Me asomé al mundo... y considero que aquí debe acabar mi aventura de tejer retales... Quizá fui demasiado osada... pero no me arrepiento.
Ilusión no me faltaba. Pero el talento de los demás me ha dejado en la sombra. Con la mirada curiosa que me caracteriza... atenta a lo que pasa ahí fuera.
Cada vez que pasasteis por aquí... me sorprendí a mí misma sonriendo. Mereció la pena, sin duda. Aunque no sé si mis palabras llegaron a algún sitio.
Gracias a todos.