Ha llegado, parece mentira, pero otra vez está aquí. Llevábamos tiempo recibiendo amenazas (las luces -de emergencia- cada vez se colocan antes). Todo está impregnado de su dulce espíritu navideño.
No olvidéis salir a comprar multitud de regalos para todos. Recordad: cuanto mayor es el lazo del envoltorio... mayor es el amor que entregáis. Poneos los gorros rojiblancos, llenad la boca de buenos deseos y cantad villancicos.
Yo prefiero comer algo de turrón para pasar este trago. Prefiero ser de esas que demuestran las cosas día a día y no sólo cuando así lo marca el calendario. Me gusta tener ilusión cada dia que me levanto y no sólo en navidad.
lunes, 21 de diciembre de 2009
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