Vamos a hacer un experimento... ¿os apetece?
Es muy sencillito... sólo hay que hacer unos ejercicios de los fáciles... ¡vamos a por ello!
- Levanta las cejas (como si te sorprendieras de algo)
- Toca un índice (el dedo acusador) con otro.
- Y, por último, tapa tu boca con la mano que más rabia te dé.
¿Qué???!! Contadme, ¿cómo os habéis sentido?
No sé si os habéis dado cuenta........ pero eso es lo que hacemos día a día... ser preciosas marionetas.... 
Es triste, pero cierto. A todas horas, por medio de estrategias muy cuidadas... somos incitados a hacer lo que hacemos. La publicidad es un buen ejemplo, pero muy evidente. Hay demasiadas formas implícitas que descubriríamos si miramos de forma más profunda... creedme.
Los ojos de los demás y sus acusadores dedos índices, sus cejas levantadas al vernos romper "las normas" o el verlos llevarse la mano a la boca como consecuencia de un acto esporádico de "rebeldía" son los encargados de recordarnos que todo será más fácil si hacemos lo que tenemos que hacer.
No sé hasta donde llegaríamos sin cortamos esos malditos hilos sujetos por manos controladoras... quizás tropezáramos con múltiples regañinas por parte de aquellos que siguen siendo marionetas... pero ¿y el placer de ser lo que nos salga de dentro?
Estamos demasiado acostumbrados a seguir los preceptos marcados... Dejemos de ser impasibles contempladores de fenómenos.
Movamos nuestros hilos o cortémoslos de una vez por todas!!!
Os invito a andar al ritmo que marque vuestro más profundo ser... el camino promete ser interesante...
invitación aceptada
ResponderEliminarGracias, no me gusta andar sola! jejeje. Es mucho más interesante tener a alguien con quien comentar los paisajes del camino, ¿no crees?
ResponderEliminarAunque a veces el primer paso es en solitario...
tumtúm... yo tengo una duda, tumtúm... y una opinión, tumtúm... ¿regañinas por parte de aquellos que siguen siendo marionetas...? tumtúm... ¿quin maneja los hilos de esas marionetas? tumtúm... tumtúm... tumtúm... ¿y los hilos de los hilos? tumtúm...
ResponderEliminarcreo que todas las personas hacemos en cada instante lo que queremos tumtúm... dentro de nuestras "posibilidades" tumtúm... el ahorcado, mientras cae, tumtúm... puede pensar tumtúm... que maravilla, me voy tumtúm... o vaya mierda, me voy. tumtúm... tumtúm... tumtúm... tum.. tum.
Discrepo totalmente contigo... la vida que nos rodea está, irremediablemente, influida por la cultura. La cultura determina cada uno de nuestros pensamientos. Somos como somos por las circunstancias que nos rodean. Miro a mi alrededor y veo marionetas cuyos hilos manejan los diferentes intereses del momento. Nos creemos libres pero dudo que lo podamos ser... por lo menos de una manera plena. Respeto tu opinión Sr. o Sra ;o) pero no la comparto en absoluto. Muchas de las cosas que dices que hacemos en cada instante según nuestras apetencias... están influidas en mayor o menor medida por una serie de constructos culturales.
ResponderEliminarCon las regañinas de los que siguen siendo marionetas me refiero a ... la envidia que puede generar el ver "sentirse libres" a los de tu alrededor mientras tus hilos siguen sujetos por las manos de la sociendad en que vivimos.........
De todas formas me alegro de que tu no te sientas marioneta. Y sientas que escapas a las imposiciones que nos rodean.
Yo prefiero seguir luchando por manejarme a mi misma... sabiendo que no lo conseguiré en su totalidad. Me parece más sensato.
Pfiuuuu!… terreno escabroso… y difícil de verbalizar. Muy difícil.
ResponderEliminarNo admitiría crítica la envidia de las marionetas ya que no serían libres de sentir otra cosa…¿?
Bueno, entiendo los condicionamientos culturales, pero en cada instante, cada volición de una persona es libre, y puedes escoger hacer o dejar de hacer, lo que creará uno u otro tipo de cultura que, eso sí, te condicionará. Pero la creas tú, libremente.
Si digo yo que esto de verbalizar no es tan fácil… a saber lo que quiero decir y a saber lo que se entiende… ¡Jesús que lio!.
PD yo por ejemplo, cada vez que paso por aquí, doy de comer a tus pececitos (que van para gordos) y lo hago libremente… ¿? (eso sí, al no pasar ciclos de hambre, no les saldrán anillos ;o)).
Más… lo mío son opiniones… no afirmaciones.
Creo.
Paradoja: “estar seguro/a de no estar seguro/a de/que nada/o”
Desde luego que todo son opiniones... no hay una verdad verdadera (sería un rollo, ¿no crees?)
ResponderEliminarEn algunas sociedades de nuestro complejo mundo se distinguen dos sabores: el dulce y el resto de ellos. Otros, como los inuits, diferencian 11 tipos de blanco...
Con esto quiero decir que incluso el lenguaje con el que ponemos nombre a las cosas y tratamos de hacer llegar nuestras opiniones al resto ... está mediatizado culturalmente, es decir, pauta las cosas "que existen" y "las que no" en cada cultura o sociedad.
Es más, ayer descubría que solamente padecemos esas enfermedades catalogadas como tal según los sanadores de nuestro entorno... por consiguiente, el resto de dolencias no etiquetadas pasan desapercibidas...
Quiero decir que lo de marionetas lo veo en el sentido más profundo del término. Quizás cuando tú decides hacer algo ya estás mediatizado porque se te ocurrirán hacer cosas pautadas ya por los congéneres de tu alrededor... o eso me temo.
¡Gracias por alimentar a mis pececillos! (y por darme temas con los que alimentar mi cabecita...)
Mira lo que me encontré ayer. Va sobre este tema. Con tu permíso lo pongo aquí.
ResponderEliminar"Reconocernos como autores, a pesar de la confabulación de determinismo y azar que parece guiar nuestras vidas, es una de las principales tareas éticas. El hombre, que es un ser de empeños y claudicaciones, renuncia con fracilidad a su condición de autor para convertirse en robot, plagiario o marioneta. O en río, como diría el poeta. Las rutinas nos aguardan siempre, ofreciéndonos un seno maternal, cálido y adormecedor, donde adoptar una postura fetal y descansar. Podemos abandonarnos a esos automatismos regresivos y luego quejarnos de su monotonía. Incluso puede ser delicioso cortarnos los pies y llorar depués nuestra cojera, pero no se lo recomiendo al lector." (J. A. Marina, Ética para náufragos, ED Anagrama,pg.14)
¿Cierto?... yo creo que sí.
Una sonrisa.
Sin duda, muy intereante, Sr ;o)
ResponderEliminarOtra sonrisa para ti!
¿Por la cultura? He tenido un dejà vu. ¿Dónde habré oido eso antes....?
ResponderEliminarKlepsidra.