lunes, 26 de abril de 2010

"Elefantes blancos no, gracias"



¿Por qué tendemos a pensar que lo nuestro es lo mejor? ¿Creemos acaso que nuestra forma de mirar el mundo es la única existente? ¿O resulta que la parte del mundo que habitamos es la dueña y señora de la razón?


Dejemos de creernos los mandamáses del mundo. Ni es la única forma ni es la más valida, es una más. Procuremos grabar a fuego estas palabras en los muros de nuestra mente que nos impide ver más allá, o mejor, que cada uno destruya su parte de muralla mental... se abrirá ante nosotros un abanico de colores con el que dibujar imágenes inimaginables.


Destruyamos nuestras barreras, nuestras limitaciones... escuchemos al resto. Démosle la palabra a tantos y tantos pueblos sin voz.


Dejemos de invadir tierras lejanas con nuestros pensamientos, de llenar lugares de buenas intenciones impregnadas de nuestra vanidad.


Sí, no puedo negar que es buena idea (más bien un deber) echar un cable a aquellos pueblos pisoteados por nuestros antepasados, pero no vayamos nosotros con nuestros zapatitos a imponer nuestra mirada. Las buenas intenciones que nosotros llevamos en la mochila de cooperación en demasiadas ocasiones solo sirven para agredir sus paisajes, sus vidas ... y para fracasar. Ayudar no es tirar por tierra sus modelos locales.


No regalemos elefantes blancos... preciosos pero inútiles y a los que, para colmo, hay que alimentar.


Es más útil un saco de semillas... de esas que florecen y se arraigan a las tierras... de esas que alimentan y ayudan de verdad.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo, además que tozudos somos, no aprendemos del pasado. Ahora el colonialismo se ha ataviado con vestiduras políticamente correctas, pero debajo en muchas ocasiones, (no todas afortunadamente), el mismo hedor.
    Me encanta la pureza que destilan tus textos.

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  2. Bueno... segundo intento...
    Resuena a algo que te "importafecta" mucho este tema.
    Vi, ve, DESGRACIA de Steve Jacobs. Muy "fuerte", me costó "aceptar-comprender" el papel de la hija en su momento.
    A los 3 o 4 días de reposo empecé a "aceptarlo-comprenderlo". Me parece que lo ví, como dices tú, desde mis zapatitos. No sé, si la has visto o la ves, comenta algo (si te apetece claro).
    Una sonrisa o dos.

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  3. Mmmm, apuntada queda la recomendación!!! Muchas gracias. Aunque tengo que encontrar el momento idóneo para sumergirme en imágenes tristes. He de buscar ese momento ideal en que la rabia venza a la tristeza porque sino no hay quien me rescate... prefiero verla con ganas de luchar y no de lamentarme. GraciaS!

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